miércoles, 28 de mayo de 2008

El Niño y El Sabio...

Imagen cortesía de LCoronelP

Hablando con un amigo, recordé esta parábola... nunca antes había significado tanto para mi...

En el lejano oriente había un sabio. Este hombre tenía la sabiduría en plenitud.

Había dedicado toda su vida a tener esa sabiduría. Pero en el mismo lugar también había un niño. Este niño quería engañar al viejito sabio.
Y para conseguirlo, tomaba diferentes objetos entre sus manitas, iba con el sabio y le decía:


- A ver viejito sabio, ¿qué tengo entre mis manos?
El sabio con mucha paciencia le decía:
- Sabes, tienes una piedrita roja.
El niño comenzó a desesperarse porque cada vez que se presentaba con este sabio, le adivinaba las cosas que tenía entre las manos:
- Tienes una canica.
- Tienes una luciérnaga.
- Tienes una bolita blanca.
Pero en una ocasión en que el niño salía de estar con el sabio pensó. “Tengo que engañar a este sabio. Yo sé que no es sabio, pero, ¿cómo hago?... ¡Ya sé¡ Buscaré un árbol y me subiré a él. Es lógico que en ese árbol encuentre un nido, pues bien, buscaré el nido. Obviamente en ese nido tendrá que haber pajaritos, pues bien, tomaré un pajarito entre mis manos e iré con el sabio y le preguntaré: ‘A ver, viejito sabio, ¿qué tengo entre mis manos?’ Y como el dice que es un sabio me dirá: ‘Tienes un pajarito’. Entonces yo le preguntaré: ‘¿Está vivo o está muerto?’. Si el me dice, está vivo, lo voy a comenzar a apretar hasta matarlo, abriré las manos y le diré, ‘no mira, está muerto’. Pero si me dice, está muerto, entonces abro las manos y le digo, ‘no mira, está vivo’.
Ante estos pensamientos el niño se puso muy contento por haber hallado la manera de engañar al sabio, y cuando a los niños se les mete algo en la cabeza hasta no lograrlo… así es que el pequeño buscó el árbol, encontró el nido, y también el pajarito.
- A ver, viejito sabio, ¿qué es lo que tengo entre mis manos?
El viejito le respondió:
- Sabes, tienes un pajarito.
El niño, se puso muy contento por ver que el plan iba viento en popa. Y le dijo:
- Es cierto. Yo se que tú eres un sabio grande, que nada es imposible para ti, que nadie en la tierra tiene esa sabiduría que sale por tus mismos poros, pero dime: ‘¿está vivo o está muerto?
- El viejito sabio, conservando su serenidad, le dijo: LA DECISIÓN ES TUYA.

Por Recopilación por Nicolás Defagot

No pretendo ser niñ@ ni sabi@... pretendo vivir a plenitud...
Yo ya tomé mi decisión... aún no sé si es la mejor... pero quiero creer que sí lo es!!

Tomado de aqui...

1 comentario:

  1. Creo que fue en las elecciones en las que Lusinchi resultó presidente.

    Dos días antes de las elecciones se le dio un minuto a cada candidato para exponer su mensaje. Llegó el turno de Jorge Olavarría y echó el cuento (obviamente condensado) del viejo sabio y el niño. Olavarría finalizaba el cuento con otras palabras: "será lo que tú quieras" contestaba el sabio, ante el desafío del niño.

    Olavarría creaba una parábola en la cual le decía al pueblo que "estaba en sus manos" (las del pueblo) la decisión de quien sería el próximo presidente de Venezuela. Como de costumbre, tropezamos por enésima vez en la misma piedra.

    Saludos.

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